10. Mientras acampaban en Guilgal, en los llanos de Jericó, los israelitas celebraron la Pascua, en la noche del día catorce del mes.
11. El día después de la Pascua, empezaron a alimentarse de los productos de la tierra, pan sin levadura y grano tostado.
12. Desde ese mismo día, el maná dejó de aparecer y durante todo ese año los israelitas se alimentaron de lo que producía la tierra de Canaán.
13. En una ocasión, Josué se acercó a Jericó y vio a un hombre frente a él, con una espada en la mano. Josué se le acercó y le dijo: —¿Eres de los nuestros o eres enemigo?
14. Él respondió: —No soy enemigo, acabo de llegar. Soy el comandante del ejército del SEÑOR. Entonces Josué se postró rostro en tierra ante él y lo adoró. Luego le dijo: —Yo soy su siervo, Señor, ¿tiene algo que ordenarme?
15. El comandante del ejército del SEÑOR le dijo a Josué: —Quítate las sandalias, porque el lugar donde estás es sagrado. Y Josué obedeció.