30. Haré grandes señales en el cielo y en la tierra. Habrá sangre, fuego y columnas de humo.
31. El sol se oscurecerá y la luna se convertirá en sangre, antes de que venga ese día grande y terrible del juicio del SEÑOR.
32. Y todo el que confíe en el SEÑOR será salvo. Habrá refugio en el monte Sion y en Jerusalén, como ha dicho el SEÑOR. Entre los sobrevivientes estarán los llamados por el SEÑOR.