7. Ha arruinado mi vid y destrozado mi higuera; las peló completamente y dejó desnudas sus ramas.
8. Llora, tierra mía, como una novia que no encuentra consuelo y se viste de luto por la muerte de su prometido.
9. Lloren amargamente, sacerdotes, siervos del SEÑOR, porque ya no quedará vino ni grano para ofrecer en el templo del SEÑOR.
10. Hasta la tierra está de luto porque los campos fueron destruidos, el trigo se ha echado a perder, ya no hay más vino nuevo y se acabó el aceite de oliva.
11. Sientan dolor, campesinos; sufran, cuidadores de viñedos, por el trigo y la cebada, por la cosecha perdida.