13. Es igual con la vida de aquellos que se olvidan de Dios; la esperanza del que no confía en Dios será destruida.
14. Ellos no ponen su confianza en lo que debieran, y su seguridad no tiene más fortaleza que una telaraña.
15. Si se recuesta sobre su casa, la casa no se mantiene firme.
16. Él es como una planta bien regada a la luz del sol, y sus retoños se esparcen en el jardín.
17. Enreda sus raíces alrededor de un montón de piedras, y penetra las piedras de la casa.
18. Pero si la planta es arrancada de su lugar, entonces ese sitio la desconoce y dice: “Jamás te he visto”.
19. Pero en cuanto a la planta, su existencia es feliz porque del polvo brotarán otras en su lugar.
20. »Dios no abandona al hombre íntegro, ni brinda ayuda a los perversos.