Job 29:7-16 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

7. Yo iba a la puerta de la ciudad, ocupaba mi asiento en la plaza.

8. Los jóvenes me veían y se retiraban; los viejos se levantaban y permanecían de pie.

9. Los funcionarios guardaban silencio y se tapaban la boca.

10. Hasta los dignatarios más importantes se callaban y no pronunciaban palabra.

11. Les parecía bien lo que yo decía y aprobaban todo lo que yo hacía.

12. Porque cuando un pobre pedía ayuda, yo lo ayudaba; y también al huérfano que no tenía quién le ayudara.

13. El desamparado me bendecía. Mi ayuda hacía que la viuda cantara de alegría.

14. Mi ropa era la honestidad y me vestía con ella. La justicia era mi turbante.

15. Yo era ojos para el ciego y pies para el inválido.

16. Yo era como un padre para los necesitados. Ayudaba a gente que ni siquiera conocía; estudiaba bien su caso y los defendía en el tribunal.

Job 29