2. Es como una flor, brota y se marchita; como una sombra que pasa y desaparece.
3. Y aun así tú te fijas en ella y me llevas a juicio.
4. ¿Quién puede purificar lo que está corrupto? Nadie, por cierto.
5. Es que la vida del ser humano tiene un límite y tú conoces su duración. Eres tú quien fijaste ese límite y por eso no puede cambiarse.
6. Entonces aparta tu vista de él y déjalo que viva su vida hasta que termine, como termina un empleado su jornada de trabajo.
7. »Hay esperanza para un árbol que ha sido cortado. Puede retoñar nuevamente y echar renuevos.
8. Sus raíces pueden envejecer en la tierra y su tronco puede secarse,
9. pero con sólo sentir el agua crecerá de nuevo y le nacerán ramas nuevas.
10. El hombre muere aunque sea poderoso. El ser humano se enferma y deja de existir. Si es así, ¿dónde queda el hombre poderoso?
11. Así como se evapora el agua de los lagos y los ríos se secan por completo,
12. así un hombre muerto nunca volverá a vivir. Primero se acabarán los cielos, antes de que los muertos despierten y se levanten de su sueño.
13. »Cuánto diera porque tú me ocultaras en el lugar de los muertos; que me escondieras ahí mientras te pasa el enojo; que fijaras una fecha para después acordarte de mí.
14. Si un hombre muere, ¿volverá a vivir? Yo esperaría todo el tiempo de mi vida en la tierra hasta que llegara mi resurrección.