Isaías 65:1-10 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

1. «He ayudado a los que no me pedían ayuda, he dejado que me encontraran los que no me buscaban. Le dije: “Aquí estoy, aquí estoy” a una nación que no me llamaba por mi nombre.

2. Extendí mis manos todo el día a un pueblo rebelde que andaba en malos pasos, siguiendo sus malos pensamientos.

3. Son un pueblo que en mi propia cara continuamente me ha provocado, haciendo sacrificios en jardines y ofreciendo incienso en altares.

4. Se sentaban en los sepulcros y pasaban la noche en cuevas; comían carne de cerdo y hacían en sus ollas comidas impuras.

5. Dicen: “Apártate, no te me acerques, porque soy demasiado santo para ti”. Gente así es como humo en mi nariz, como fuego que arde todo el día.

6. »Fíjate, está escrito ante mí, y no voy a quedarme callado. Voy a darles el pago que se merecen, les voy a dar su merecido en su regazo.

7. Recibirán su castigo por sus maldades y por las de sus antepasados. Yo arreglaré cuentas con ellos y les daré su merecido porque quemaron incienso en los montes y me insultaron sobre las colinas». El SEÑOR lo ha decidido.

8. El SEÑOR dice: «Cuando hay mucho jugo en los racimos, la gente dice: “No los dañemos, porque son una bendición”. Así voy a hacer yo por causa de mis siervos. No los voy a destruir a todos ellos.

9. Daré descendientes a Jacob y quien posea mis montes a Judá. Mis elegidos heredarán la tierra y mis siervos vivirán allí.

10. Entonces para mi pueblo que buscó volver a mí, Sarón se volverá un potrero para los rebaños y el valle de Acor un corral para el ganado.

Isaías 65