1. El SEÑOR dice: «Practiquen la justicia y actúen honestamente porque pronto llegará mi salvación y será revelada mi justicia salvadora.
2. Afortunado el que actúa honestamente y se mantiene en ello, el que respeta el día de descanso y no lo desprecia; el que se asegura de no hacer nada malo».
3. El extranjero que se una al SEÑOR no debe decir: «A lo mejor el SEÑOR me separará de su pueblo». Y tampoco el eunuco debe decir: «Soy un árbol seco».