Isaías 49:5-18 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

5. El SEÑOR ha hablado. Él me hizo desde el vientre para que fuera su siervo, para convencer a Jacob que vuelva a él y para que Israel se una a él. El SEÑOR me da honor, y mi Dios será quien me dé fuerzas.

6. Él dice: «No es suficiente hacer que tú seas mi siervo para restaurar el poder de las tribus de Jacob y traer de regreso a los sobrevivientes de Israel. También te haré luz de las naciones, para que hagas llegar mi salvación a los lugares más remotos de la tierra».

7. El SEÑOR, el Salvador de Israel, el Santo Dios, le dice a quien ha sido completamente despreciado, al que las otras naciones odian, al esclavo de gobernantes: «Reyes y príncipes se pondrán de pie al verte y se inclinarán. Porque se puede confiar en el SEÑOR; el Santo Dios de Israel te eligió».

8. El SEÑOR dice esto: «En el momento que yo te mostré mi bondad, respondí a tus oraciones. El día de salvación, te ayudé. Te protegí y te designé como mediador de un pacto con la humanidad, para reconstruir el país y devolver las tierras arrasadas.

9. Dirás a los prisioneros: “Quedan en libertad”, y a los que están en tinieblas: “Salgan”. Se alimentarán por los caminos y en todo monte árido, encontrarán pastos.

10. No tendrán hambre ni sed. Ni les hará daño el sol ni el viento caliente del desierto. El Dios que alivia los conducirá y los guiará a manantiales de agua.

11. Convertiré todas mis montañas en una avenida y mis caminos se allanarán.

12. Fíjense, viene gente de muy lejos; unos del norte, otros del occidente, y otros de la región de Asuán».

13. Canten los cielos, alégrese la tierra y prorrumpan en canciones de alegría las montañas. Porque el SEÑOR ha traído alivio a su pueblo y tendrá compasión de los suyos que sufren.

14. Pero Sion dijo: «El SEÑOR me dejó vacía, mi Dios se olvidó de mí».

15. ¿Se olvida una madre del bebé que amamanta? ¿No tiene compasión del hijo que dio a luz? Aun si eso pasara, yo no te olvidaré.

16. Mira, te tengo escrita en mis manos. Tengo siempre presentes tus murallas.

17. Tus hijos se apresuran a regresar a ti; ya se van los que te derribaron y destruyeron.

18. Levanta tus ojos y mira alrededor. Todos ellos se reúnen, vienen hacia ti. El SEÑOR dice: «Tan cierto como que existo, es que los vestirás como joyas y los lucirás como una novia.

Isaías 49