Isaías 36:18-22 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

18. »Cuídense de no dejarse convencer por Ezequías con eso de que “el SEÑOR nos rescatará”. ¿Acaso alguno de los dioses de las otras naciones ha librado a su pueblo de las manos del rey de Asiria?

19. ¿Dónde están los dioses de Jamat y de Arfad? ¿Dónde están los dioses de Sefarvayin? ¿Libraron a Samaria de caer en mis manos?

20. ¿Cuál de los dioses de esas naciones las ha librado de caer en mis manos? ¿Cómo pues podrá el SEÑOR librar a Jerusalén de mí?

21. Pero el pueblo permaneció en silencio y no le contestó nada, porque el rey había dado orden de no contestarle nada.

22. Entonces, Eliaquín hijo de Jilquías, que estaba a cargo de la administración del palacio, Sebna el escriba, y el cronista Joa hijo de Asaf, fueron a donde estaba Ezequías con su ropa rasgada en señal de aflicción y le contaron todo lo que el comandante en jefe había dicho.

Isaías 36