4. Díganles a los temerosos: «Sean fuertes, no teman, aquí está su Dios. Ya viene la compensación, la retribución de Dios. Él vendrá a rescatarlos».
5. Entonces los ciegos verán y los sordos oirán.
6. Los cojos saltarán como venados y los mudos cantarán de alegría. Porque brotará agua en la tierra seca y manantiales en el desierto.