1. Acérquense, naciones, escuchen. Pueblos, pongan atención. Que toda la tierra y lo que hay en ella escuchen, el mundo y todo lo que él produce.
2. El SEÑOR está enojado con todas las naciones y con todos sus ejércitos. Los ha condenado a una destrucción total; los ha entregado a la muerte.
3. Los muertos quedarán tirados; despedirán mal olor, y su sangre correrá por las montañas.
4. Los astros en su totalidad se desintegrarán, y el cielo se enrollará como un pergamino. Todos los astros se apagarán como cuando las hojas de una vid o de una higuera se marchitan y caen.
5. Cuando se haya saciado mi espada en los cielos, bajaré a Edom, pueblo que he condenado a muerte.
6. El SEÑOR tiene una espada, está cubierta de sangre, está cubierta de sebo, con la sangre de corderos y cabras, con el sebo de riñones de carneros. Es que el SEÑOR ofrecerá un sacrificio en Bosra, una gran matanza en la tierra de Edom.
7. Caerán con ellos los toros salvajes, los terneros junto con los toros. Su tierra quedará empapada en sangre y el suelo cubierto de su sebo.
8. Porque el SEÑOR ha determinado el día de su venganza: un año de arreglar cuentas a favor de Sion.
9. Los ríos de Edom se volverán brea y el suelo se volverá sulfuro. Su tierra será como brea ardiente.