1. El SEÑOR dice: «Qué mal les irá a los hijos rebeldes, que llevan a cabo sus planes en contra de mis deseos y confirman alianzas con una copa de vino, no con mi espíritu. Con eso amontonan sus pecados.
2. Ellos bajan a Egipto, sin pedir mi consejo, a pedir protección del faraón y a cobijarse bajo la sombra de Egipto.
3. La protección del faraón no hará más que avergonzarlos. Cobijarse bajo la sombra de Egipto será su desgracia.
4. Aunque sus funcionarios estén en Zoán y sus embajadores lleguen a Janés
5. todos serán avergonzados por causa de un pueblo que no les puede ayudar. No les será de ayuda ni provecho, lo único que les traerá será vergüenza y desgracia».
6. Esta es una profecía acerca de los animales del Néguev: Cargan su riqueza en burros y sus tesoros en los lomos de los camellos por una tierra peligrosa y difícil, llena de leonas y leones rugientes, de víboras y serpientes voladoras. Los llevan a un pueblo que no les podrá ayudar.