Isaías 26:9-18 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

9. El deseo de mi alma es buscarte. El espíritu dentro de mí madruga a encontrarte. Porque cuando tu castigo llegue al mundo, los seres humanos aprenderán a vivir con justicia.

10. Pero cuando se le hace un favor a la gente mala, no aprenden a ser justos. Son injustos con la gente honrada y no tienen en cuenta la majestad del SEÑOR.

11. Tú, SEÑOR, estás a punto de castigarlos y ellos no se dan ni cuenta. Que se avergüencen al ver cómo defiendes a tu pueblo. Que el fuego que tienes destinado para tus enemigos los consuma.

12. SEÑOR, danos paz y prosperidad, pues todo lo que hemos conseguido te lo debemos a ti.

13. SEÑOR Dios nuestro: tú no, sino otros nos han gobernado, pero nosotros sólo alabamos tu nombre.

14. Ellos están muertos ahora y sus espíritus no se levantarán de la muerte. Tú los has destruido y has borrado el recuerdo de ellos.

15. SEÑOR, haz que progrese la nación, engrandécela. Que seas glorificado y extiendas las fronteras del país.

16. SEÑOR, en medio de nuestra angustia te buscamos. Dimos gritos de angustia cuando tú nos castigaste.

17. Como una mujer embarazada a punto de dar a luz da gritos de dolor, así hemos gritado nosotros por causa de tu castigo, SEÑOR.

18. Concebimos, sentimos los dolores del parto pero sólo dimos a luz al viento. No le trajimos salvación al país ni le dimos un nuevo ser al mundo.

Isaías 26