3. Ya no habrá más fortalezas en Efraín ni realeza en Damasco. La misma triste suerte de Israel la correrán los que queden en Aram». Lo dice el SEÑOR Todopoderoso.
4. «Ese día la grandeza de Israel decaerá y ya no serán tan prósperos ni gordos como antes.
5. Sucederá como paso con un campo de grano que el segador cosecha a manojos. Jacob desaparecerá como el grano durante la cosecha en el valle de Refayin.
6. Sólo quedarán unos cuantos rastrojos. Será como cuando sacuden un olivo y sólo le quedan unas cuantas aceitunas en el árbol, dos o tres en las ramas más altas, cuatro o cinco en las que están más cargadas». Lo dice el SEÑOR, Dios de Israel.
7. Ese día, la gente mirará a su Creador, verán al Santo Dios de Israel.
8. Ellos no mirarán los altares que han hecho con sus manos; ni las imágenes de Aserá ni los altares de incienso que han hecho con sus dedos.
9. Ese día, sus ciudades fortificadas serán abandonadas como les pasó a las ciudades de los heveos y amorreos por causa de los israelitas. Todo quedará hecho ruinas.
10. Israel, te olvidas del Dios que te rescata. Él es tu refugio entre las rocas. Así que haces esto. Te la pasas cultivando hierbas delicadas y estás plantando viñas exóticas.
11. Las ves crecer el mismo día que las plantas, y en la mañana que las siembras las ves brotar. Pero la cosecha se echará a perder el día que le llegue la plaga y el dolor incurable.
12. ¡Ay! El alboroto de muchos pueblos es como el rugido que hace el mar. La destrucción espantosa que se les viene encima es como la que causa una inundación.