1. Pablo fijó la mirada en los asistentes a la reunión del Consejo y dijo: —Hermanos, he vivido toda mi vida ante Dios como ciudadano de bien, con mi conciencia limpia.
2. Entonces Ananías, el sumo sacerdote, les ordenó a los que estaban allí cerca de Pablo, que lo golpearan en la boca.
3. Entonces Pablo le dijo a Ananías: —Dios lo golpeará también a usted, porque usted es como una pared sucia que ha sido blanqueada. Se sienta allí y me juzga según la ley, pero les dice que me golpeen y eso es contra la ley.
4. Los que estaban cerca de Pablo le dijeron: —Estás insultando al sumo sacerdote de Dios.