13. El Señor le dijo: —Ten por seguro que tus descendientes serán inmigrantes en un país al que no pertenecen. Serán esclavos de la gente de ese país y serán tratados cruelmente por cuatrocientos años.
14. Pero yo juzgaré a esa nación en la que ellos servirán, y después tus descendientes saldrán libres con grandes riquezas.
15. Tú vivirás muchos años, morirás en paz y serás sepultado.
16. Después de cuatro generaciones, tus descendientes regresarán aquí ya que la maldad de los amorreos no ha llegado todavía a su colmo.
17. Cuando se hizo de noche y todo estaba oscuro, apareció un hornillo echando humo y una antorcha encendida que se movía entre los animales muertos.
18. Ese día el SEÑOR hizo un pacto con Abram. El SEÑOR dijo: —Daré esta tierra a tus descendientes, desde el río de Egipto hasta el gran río Éufrates,
19. las tierras de los quenitas, los quenizitas, los cadmoneos,
20. los hititas, los ferezeos, los refaítas,