12. Me gustaría que esos que los están confundiendo llegaran de una vez hasta el extremo de castrarse.
13. Hermanos, Dios los ha llamado para ser libres. Pero no permitan que la libertad sea una excusa para complacer sus deseos perversos. Mejor ayúdense los unos a los otros siempre con amor.
14. Pues toda la ley se puede resumir en una sola frase: «Ama a tus semejantes como a ti mismo».
15. Pero si ustedes siguen atacándose y haciéndose daño unos a otros, van a terminar por destruirse todos.
16. Por eso les doy este consejo: dejen que el Espíritu guíe su vida y no complazcan los deseos perversos de su naturaleza carnal.
17. Nuestra naturaleza carnal desea lo que está en contra del Espíritu y el Espíritu desea lo que está en contra de la naturaleza carnal. Los dos se oponen. Por eso resulta que ustedes no están haciendo lo que realmente quieren,
18. pero si se dejan guiar por el Espíritu, quedan libres de la ley.
19. Está muy claro que las cosas que hace nuestra naturaleza carnal son: inmoralidad sexual, impureza, descontrol,
20. idolatría, participar en brujerías, odio, discordia, celos, iras, rivalidades, peleas, divisiones,
21. envidias, borracheras, parrandas y otras cosas parecidas. Ya les advertí contra eso y ahora les vuelvo a decir lo mismo, que todos los que hacen eso no tendrán parte en el reino de Dios.
22. En cambio, el Espíritu produce amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad,
23. humildad y dominio propio. No existe ninguna ley en contra de esas cosas.
24. Todos los que pertenecen a Cristo han crucificado su naturaleza carnal con sus pasiones y sentimientos egoístas.