1. Ahora somos libres porque Cristo nos liberó. Manténganse firmes en la libertad y no vuelvan a la esclavitud.
2. Yo mismo, Pablo, les pido que escuchen lo que les digo. Si se someten a la ley de la circuncisión, entonces Cristo no podrá ayudarlos.
3. Una vez más les testifico a todos: los que se circuncidan están obligados a cumplir todo lo que dice la ley.
4. Si ustedes quieren estar bien con Dios por la ley, entonces se habrán apartado de Cristo, se habrán alejado del generoso amor de Dios.
5. Por el Espíritu recibimos la esperanza de que Dios nos va a aprobar por la fe.
6. En Jesucristo no importa si uno tiene la circuncisión o no, lo que importa es la fe que trabaja por medio del amor.
7. Ustedes corrían muy bien, ¿quién los convenció de no seguir corriendo por el camino verdadero?