16. Por eso Dios decidió usar mi vida para dar a conocer las buenas noticias de su Hijo entre las naciones que no son judías. En ese momento no consulté a ningún ser humano.
17. Tampoco fui a Jerusalén a ver a los que ya eran apóstoles. Al contrario, me fui inmediatamente a la región de Arabia y luego volví a Damasco.
18. Tres años después, fui a Jerusalén a conocer a Pedro y me quedé allí con él durante quince días.
19. Pero en ese tiempo no conocí a ningún otro apóstol; sólo vi a Santiago, el hermano del Señor.
20. Dios sabe que todo lo que les digo es verdad.
21. Luego fui a las regiones de Siria y Cilicia.
22. Ninguna de las iglesias de la región de Judea que están en Cristo me conocía personalmente.
23. Sólo habían escuchado esto de mí: «El que antes nos perseguía, ahora anuncia la fe que una vez quiso destruir».
24. Ellos daban gloria a Dios por mi causa.