5. Me alegro mucho de que me hayan ayudado siempre que he anunciado la buena noticia de salvación, desde el momento en que comenzaron a creer hasta ahora.
6. Estoy convencido de que Dios empezó una buena obra entre ustedes y la continuará hasta completarla el día en que Jesucristo regrese.
7. Y es correcto que piense así de todos ustedes, porque en mi corazón los tengo aquí conmigo. Han compartido conmigo el generoso amor que Dios me ha mostrado. Ustedes siempre han sido solidarios conmigo, no sólo cuando estuve en prisión, sino también cada vez que tuve que defender la buena noticia de salvación y probar que es la verdad.
8. Dios es testigo de que los extraño y los recuerdo con el mismo afecto de Jesucristo.
9. Y esta es mi oración: que su amor se exprese cada vez con más conocimiento y entendimiento;
10. para que distingan lo que es realmente importante de lo que no lo es. Así ustedes estarán limpios y sin falta el día en que Cristo vuelva.
11. Por el poder de Jesucristo, ustedes darán una cosecha abundante de actos justos para honra y alabanza de Dios.
12. Hermanos, quiero que sepan que lo que me ha pasado ha servido para que se conozca más la buena noticia de salvación.
13. Toda la guardia de palacio y los demás saben que llevo cadenas porque sirvo a Cristo.
14. Además, mis cadenas han servido para animar a la mayoría de mis hermanos en el Señor a no tener miedo de dar a conocer el mensaje.
15. Es cierto que algunos anuncian el mensaje acerca de Cristo movidos por envidia y con el deseo de causar problemas. Pero otros lo hacen con buenas intenciones,
16. por amor y sabiendo que estoy preso por defender la buena noticia de salvación.
17. Pero los otros proclaman a Cristo sólo por figurar, no son sinceros; lo que quieren es causarme problemas ahora que estoy preso.
18. Pero eso no importa porque lo verdaderamente importante es dar a conocer a Cristo, aunque algunos lo hagan por razones equivocadas. De todas maneras, me alegra que se hable acerca de Cristo. Y seguiré alegrándome,
19. porque sé que esto resultará en mi bienestar, gracias a sus oraciones y a la ayuda del Espíritu de Jesucristo.
20. Mi principal deseo y esperanza es no fallarle a Cristo. Espero seguir, como siempre, teniendo el valor necesario para honrar a Cristo a través de mi vida, sin importar si vivo o muero.