Ezequiel 31:8-16 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

8. Los cedros del jardín de Dios no pueden compararse con él. El ramaje de los demás árboles no puede comparase con el del cedro, ni siquiera el del plátano. Ningún árbol del jardín de Dios se le compara en belleza.

9. Lo hice hermoso con su gran ramaje. Todos los demás árboles en el Edén, jardín de Dios, lo envidian.

10. »Por lo tanto, dice el Señor DIOS: Puesto que creció tan alto, su copa llegaba hasta las nubes y se enorgullecía de su gran altura,

11. lo entregué a un gobernante extranjero para que lo tratara como se merecía.

12. Las naciones extranjeras, las más violentas lo cortaron y lo dejaron tirado en las montañas. Sus ramas han caído a los valles y a los ríos secos. Toda la gente abandonó su sombra, lo dejaron solo.

13. Las aves del cielo anidaron en su tronco caído, y los animales del bosque habitaron en sus ramas más altas.

14. Esto sucedió para que ningún otro árbol bien regado creciera tan alto, para que la copa de ninguno llegara hasta las nubes y para que ninguno de los árboles que se nutren de la misma agua esté junto a él. Porque todos han sido destinados a muerte y enviados al mundo subterráneo como todos los seres humanos.

15. »Así dice el Señor DIOS: El día que descendió al lugar de los muertos, encerré a Tehom y limité el movimiento de las aguas subterráneas. Paré todos los ríos y detuve las fuertes corrientes. Vestí de luto al Líbano y todos los árboles se marchitaron.

16. Hice temblar a las naciones con el ruido de su caída. Cuando lo envié al lugar de los muertos con los demás mortales, todos los árboles hermosos del Éden, los mejores, los árboles del Líbano bien bañados en agua, encontraron alivio en el mundo subterráneo.

Ezequiel 31