33. Es una copa llena de embriaguez y dolor, de destrucción y desolación. ¡Es la copa de tu hermana Samaria!
34. Te la beberás hasta la última gota hasta terminarte su amargo veneno. Luego te desgarrarás los pechos porque yo lo he dicho. Es la decisión del Señor DIOS.
35. »Por lo tanto, dice el Señor DIOS, como te olvidaste de mí y me diste la espalda, ahora vas a tener que sufrir el castigo merecido por tu conducta libertina y tus prostituciones».
36. El SEÑOR me dijo: «Hijo de hombre, juzga a Aholá y a Aholibá. Échales en cara sus abominaciones