Ezequiel 20:8-20 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

8. »Pero ellos se rebelaron contra mí y prefirieron no escucharme. Nadie se deshizo de los repugnantes ídolos que tiene frente a sus narices y nadie abandonó a los ídolos de Egipto. Por eso pensé azotarlos con toda la fuerza de mi ira cuando todavía estaban en Egipto,

9. pero los saqué de Egipto y los llevé al desierto para mantener mi buen nombre entre las demás naciones en las que vivían y a quienes públicamente les había anunciado que los sacaría de Egipto.

10. Yo los saqué de Egipto y los llevé al desierto.

11. Allí les di mis leyes y decretos con la promesa de que todo aquel que obedeciera, viviría.

12. Hasta les di los días de reposo consagrados como un pacto entre ellos y yo, para mostrarles que yo, el SEÑOR, soy el que los consagra.

13. Pero la casa de Israel se rebeló contra mí en el desierto. No siguieron mis leyes y rechazaron los decretos que les darían vida si los obedecían. Con frecuencia ignoraban mis días de descanso consagrados. Así que pensé azotarlos con mi ira y destruirlos en el desierto.

14. Pero para mantener mi buen nombre entre las naciones que me vieron sacarlos de Egipto.

15. »Puse mi mano en alto en el desierto y juré que no los llevaría a la tierra que tenía para ellos, la tierra donde rebosa de leche y miel, ¡la más hermosa de todas!

16. Lo hice así porque ellos rechazaron mis decretos y no obedecieron mis leyes. Profanaron mis días de descanso consagrados porque en su corazón ya servían a sus ídolos repugnantes.

17. »Pero yo les mostré misericordia al no destruirlos. No los extinguí completamente en el desierto

18. sino que les dije a sus hijos que no vivieran como sus padres, que no cumplieran las leyes que sus padres obedecieron, que no siguieran sus costumbres y que no se contaminaran con sus ídolos repugnantes.

19. Yo, el SEÑOR, soy su Dios. Así que obedezcan mis leyes, mantengan mis decretos,

20. respeten mis días de descanso consagrados como señal del pacto entre ustedes y yo y para que aprendan que yo, el SEÑOR, soy su Dios.

Ezequiel 20