19. Yo, el SEÑOR, soy su Dios. Así que obedezcan mis leyes, mantengan mis decretos,
20. respeten mis días de descanso consagrados como señal del pacto entre ustedes y yo y para que aprendan que yo, el SEÑOR, soy su Dios.
21. »Pero entonces los hijos se rebelaron contra mí, no obedecieron mis leyes, ni mantuvieron mis decretos, ni cumplieron las normas que les darían vida. Hasta profanaron mis días de reposo consagrados. Así que pensé azotarlos con toda la fuerza de mi ira y destruirlos en el desierto.
22. Pero me contuve para seguir manteniendo mi buen nombre entre las naciones de donde los saqué.
23. Hasta levanté mi mano contra ellos en el desierto y prometí esparcirlos entre las naciones y entre todos los países.
24. Porque no obedecieron mis decretos, sino que rechazaron mis leyes, ignoraron mis días de descanso consagrados y siguieron a los repugnantes ídolos de sus padres.
25. Hasta les di leyes que no eran buenas y decretos que no daban vida.
26. Los contaminé con sus propias ofrendas, dejándoles que ofrecieran a sus hijos mayores en sacrificio. Lo hice para destruirlos y para que aprendan que yo soy el SEÑOR.
27. »Así que, hijo de hombre, háblale al pueblo de Israel y dile que el Señor DIOS dice: Además de todo esto, sus antepasados siguieron mostrando el desprecio que me tenían con sus constantes rebeliones contra mí.