1. El Espíritu me levantó y me llevó a la entrada oriental del templo del SEÑOR. Allí se encontraban veinticinco hombres. Entre ellos reconocí a Jazanías hijo de Azur y a Pelatías hijo de Benaías, que eran jefes del pueblo.
2. Dios me dijo: «Hijo de hombre, estos son los que traman la maldad y dan mal consejo en la ciudad.
3. Son los que dicen: “Todavía no es el momento de reconstruir las casas. La ciudad es la olla y nosotros somos la carne”.
4. Por eso, hijo de hombre, profetiza contra ellos. ¡Profetiza, hijo de hombre!»