5. Metió las varas por las argollas del cofre para que se pudiera cargar.
6. Luego construyó una tapa de oro puro. Medía un metro con diez centímetros de largo y sesenta y seis centímetros de ancho.
7. Hizo dos querubines de oro martillado y los colocó en la tapa.
8. Puso un querubín en cada extremo de la tapa para que formaran una sola pieza.
9. Los querubines estaban frente a frente mirando hacia la tapa y sus alas se extendían por encima, cubriendo el cofre.