5. Estábamos muertos espiritualmente a causa de nuestras ofensas contra Dios, pero él nos dio vida al unirnos con Jesucristo. Fíjense, ustedes fueron salvos sólo gracias a la generosidad de Dios.
6. Él nos levantó de la muerte junto con Cristo y nos sentó junto a él en el cielo.
7. Dios hizo esto para mostrar en el futuro su inmensa generosidad siendo bondadoso con nosotros a través de Jesucristo.
8. Ustedes fueron salvos gracias a la generosidad de Dios porque tuvieron fe. No se salvaron a sí mismos, su salvación fue un regalo de Dios.
9. La salvación no es algo que ustedes hayan conseguido, pues nadie puede decir que se salvó a sí mismo.
10. Nosotros somos obra de Dios, creados en Jesucristo para realizar las buenas obras que Dios ya planeó de antemano para que nos ocupáramos de ellas.
11. Recuerden que ustedes no nacieron como judíos, quienes se llaman a sí mismos «circuncidados» y los llamaban a ustedes «no circuncidados», pero la circuncisión es sólo algo que ellos se hacen en el cuerpo.