1. Nadie puede entender o explicar las cosas como lo hace un sabio. Su sabiduría lo hace feliz y hace que a uno le cambie el rostro de triste a contento.
2. Cumple las órdenes del rey porque así te comprometiste ante Dios.
3. No temas hacer sugerencias al rey y no apoyes algo que está mal, pero recuerda que el rey hace lo que le place.
4. El rey tiene la autoridad de dar órdenes y nadie puede decirle lo que tiene que hacer.
5. El que obedece las órdenes del rey, no tendrá problemas; y el sabio sabe cuándo es el momento justo de obedecerlas.
6. Hay un momento y una manera apropiados para hacer todo lo que hay que hacer, pero el problema del ser humano es que