16. David le decía al amalecita: —Has cavado tu propia tumba. Al decir que mataste al rey, el elegido del SEÑOR, tú mismo te has declarado culpable.
17. David compuso este lamento en honor de Saúl y de su hijo Jonatán,
18. y ordenó a sus hombres que se lo enseñaran al pueblo de Judá. Lo llamó el «Cántico del Arco», y se encuentra en El libro de Jaser: