9. Pero ellos no escucharon a Dios, y Manasés los hizo hacer peores maldades que las otras naciones que vivían antes de Israel en la tierra de Canaán, a las que el SEÑOR destruyó cuando vinieron los israelitas para tomar posesión de la tierra.
10. El SEÑOR usó a sus siervos los profetas para enviar este mensaje:
11. «Manasés, rey de Judá, ha hecho tantas perversidades, mayores que las de los amorreos que vivieron aquí antes. Él ha hecho pecar al pueblo de Judá con sus ídolos.
12. Así que el SEÑOR de Israel dice: “Mira, traeré tantas dificultades a Jerusalén y a Judá que todo el que se entere quedará impresionado.
13. Mediré a Jerusalén con la misma medida que medí a Samaria y usaré la misma plomada que usé para juzgar a la familia de Acab. Limpiaré a Jerusalén como quien lava y restriega un plato y lo pone boca abajo.
14. Dejaré abandonado al resto de mi pueblo y los entregaré al poder de sus enemigos, que los saquearán y los despojarán.
15. Ellos han hecho lo que yo considero malo y han provocado mi enojo desde el día que salieron de Egipto hasta hoy.
16. También Manasés asesinó a mucha gente inocente en Jerusalén e hizo muchas cosas que no le agradaron al SEÑOR”».
17. Todo lo que hizo Manasés, incluso los pecados que cometió, está escrito en Las crónicas de los reyes de Judá.
18. Manasés murió y fue sepultado junto a sus antepasados en el palacio, en el jardín de Uza. Su hijo Amón reinó en su lugar.
19. Amón tenía veintidós años cuando comenzó a reinar y gobernó dos años en Jerusalén. El nombre de su mamá era Mesulémet hija de Jaruz, de Jotba.
20. Amón hizo las mismas maldades ante el SEÑOR las mismas maldades que había hecho su papá Manasés;