2 Reyes 2:10-24 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

10. Elías le dijo: —Has pedido algo difícil, pero si logras verme cuando sea separado de ti, recibirás lo que has pedido. Pero si no logras verme, entonces no lo recibirás.

11. Elías y Eliseo caminaban juntos charlando. De repente, llegaron un carro y unos caballos que parecían de fuego, los cuales separaron a Elías de Eliseo. Elías fue llevado al cielo en un torbellino.

12. Al verlo, Eliseo gritó: «¡Padre mío, padre mío! ¡Carro de Israel y sus caballos!» Eliseo nunca más volvió a verlo. Entonces Eliseo rompió en dos su ropa.

13. El manto de Elías se había caído a la tierra, entonces Eliseo lo agarró y se volvió. Se estuvo de pie a la orilla del Jordán,

14. golpeó el agua con el manto y dijo: «¿Dónde está el SEÑOR, el Dios de Elías?» Cuando Eliseo golpeó el agua, el río se separó en dos y Eliseo lo cruzó.

15. El grupo de profetas que estaba en Jericó vio a Eliseo y dijo: «¡El espíritu de Elías ahora está en Eliseo!» Se le acercaron y se inclinaron ante Eliseo.

16. Le dijeron: —Tenemos cincuenta hombres fuertes aquí. Podemos ir y buscar a tu maestro. Tal vez el Espíritu del SEÑOR levantó a Elías y lo tiró por ahí en un monte o en un valle. Pero Eliseo les contestó: —No manden a buscar a Elías.

17. Pero tanto le rogaron a Eliseo que hasta quedó avergonzado. Entonces les dijo: —Manden a los hombres a buscar a Elías. El grupo de los profetas mandó a los cincuenta hombres a que buscaran a Elías. Buscaron durante unos tres días pero no lo encontraron.

18. Así que los hombres volvieron a Jericó, donde se estaba quedando Eliseo, y este les dijo: —Les dije que no fueran.

19. Los hombres de la ciudad le dijeron a Eliseo: —Señor, como usted puede ver, este lugar es agradable, pero el agua es mala, y por eso la tierra es estéril.

20. Eliseo les dijo: —Tráiganme un plato hondo nuevo, y pónganle sal. La gente le llevó el plato hondo a Eliseo.

21. Entonces Eliseo salió a la fuente del agua, echó la sal al agua y dijo: —El SEÑOR dice: “Purifico esta agua y de ahora en adelante no producirá más la muerte ni hará la tierra estéril”.

22. El agua quedó purificada hasta el día de hoy, tal como dijo Eliseo.

23. Eliseo salió de allí para ir a Betel. Mientras subía la colina para entrar a la ciudad, unos jóvenes que salían de la ciudad comenzaron a burlarse de él, diciendo: «¡Sube, calvo! ¡Sube, calvo!»

24. Eliseo se dio vuelta, los miró y los maldijo en el nombre del SEÑOR. De pronto salieron dos osas del bosque y los atacaron, despedazando a cuarenta y dos de ellos.

2 Reyes 2