2 Reyes 18:25-30 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

25. Mira, ¿crees que vine a destruir este lugar sin la ayuda del SEÑOR? Pues el mismo SEÑOR fue el que me dijo: “¡Sube y destruye ese país!”

26. Entonces Eliaquín hijo de Jilquías, Sebna y Joa le dijeron al comandante: —Por favor, háblanos en idioma arameo, pues nosotros tus siervos entendemos ese idioma. No nos hables en el idioma de Judá porque nos escuchará la gente que está sobre la muralla.

27. Pero el comandante en jefe les dijo: —¿Acaso mi señor me mandó a hablarles sólo a su señor y a ustedes? ¿No me mandó él a decirle a la gente que está sentada en la muralla y a ustedes, que se tendrán que comer sus propios excrementos y beber su propia orina?

28. Luego se puso en pie y gritó fuerte en el lenguaje de Judá: —Oigan lo que les dice el gran rey, el rey de Asiria.

29. “Esto es lo que él dice: ‘No se dejen engañar por Ezequías, porque él no los podrá salvar de mi poder’.

30. No permitan que Ezequías los haga confiar en el SEÑOR, diciendo: ‘Seguro que el SEÑOR nos librará y no dejará que esta ciudad caiga en manos del rey de Asiria’”.

2 Reyes 18