2. «Reconozco que ustedes están en una posición ventajosa, tienen a los hijos de su señor con ustedes, también los carros, los caballos, una ciudad fortificada y armas. Así que en cuanto les llegue esta carta,
3. elijan al mejor y más capaz de los hijos de su señor y luchen a favor de la dinastía de su señor».
4. Sin embargo, los líderes y los ancianos de Jezrel se atemorizaron y dijeron: «Si dos reyes no pudieron detener a Jehú, mucho menos nosotros».
5. Entonces el administrador del palacio de Acab, el gobernador de la ciudad, los ancianos líderes y los que tenían a cargo a los hijos del rey mandaron este mensaje a Jehú: «Somos sus siervos y haremos lo que usted diga. No vamos a declarar rey a nadie, así que haz lo que consideres mejor».
6. Entonces Jehú les escribió otra carta: «Si me apoyan y me obedecen, córtenles la cabeza a los hijos de Acab y tráiganmelas a Jezrel mañana a esta hora». Acab tenía setenta hijos, los cuales estaban a cargo de los líderes de la ciudad que los habían criado.
7. Cuando los líderes recibieron la carta, agarraron a los hijos del rey y los mataron a todos. Luego pusieron las cabezas en unos canastos y se las mandaron a Jehú que estaba en Jezrel.
8. Un mensajero llegó a donde estaba Jehú y le dijo: —Han traído las cabezas de los hijos del rey. Entonces Jehú dijo: —Pónganlas en dos montones en la puerta de la ciudad y déjenlas ahí hasta la mañana.
9. Al día siguiente Jehú salió y le dijo al pueblo: —Ustedes son inocentes. Miren, yo hice planes en contra de mi señor y lo maté pero, ¿quién mató a todos estos hijos de Acab?
10. Sepan bien que todo lo que el SEÑOR dice, ocurre. El SEÑOR dijo de antemano por medio de Elías lo que le iba a suceder a la familia de Acab. Así que el SEÑOR ha hecho lo que dijo que iba a suceder.
11. Entonces Jehú mató a todos los familiares de Acab que vivían en Jezrel, a toda su gente importante, a sus amigos y sus sacerdotes. No dejó con vida a ninguno de los que apoyaba a Acab.
12. Jehú salió de Jezrel y fue a Samaria. Por el camino, Jehú se detuvo en un lugar llamado el Campamento de los Pastores.
13. Jehú se encontró ahí con algunos familiares de Ocozías, rey de Judá, y les preguntó: —¿Quiénes son ustedes? Contestaron: —Somos parientes de Ocozías, rey de Judá. Vinimos a visitar a los hijos del rey y a los hijos de la madre del rey.
14. Entonces Jehú dijo: —¡Captúrenlos vivos! Los hombres de Jehú capturaron ahí a los parientes de Ocozías. Eran cuarenta y dos, y Jehú los mató cerca de Bet Équed. No dejó a ninguno vivo.
15. Después de que Jehú salió de ahí, se encontró con Jonadab hijo de Recab. Jonadab iba a ver a Jehú, quien lo saludó y le dijo: —¿Eres un amigo tan fiel como lo soy yo? Jonadab contestó: —Sí, lo soy. Jehú le dijo: —Si me eres fiel, dame tu mano. Entonces Jehú agarró a Jonadab y lo metió en el carro.