2 Reyes 10:17-32 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

17. Jehú llegó a Samaria y mató a todos los de la familia de Acab que todavía quedaban vivos en Samaria. Hizo lo que el SEÑOR le había dicho a Elías.

18. Jehú reunió a toda la gente y dijo: —Acab sirvió a Baal poco, pero Jehú lo servirá mucho más.

19. Reúnan a todos los sacerdotes y profetas de Baal junto con todos los que lo adoran. Que no falte ninguno a la reunión. Voy a ofrecer un gran sacrificio y mataré a todo seguidor de Baal que no venga a la reunión. Pero era un truco. Jehú quería destruir a los que adoraban a Baal.

20. Luego dijo: —Preparen una asamblea solemne para Baal. Entonces los sacerdotes proclamaron la reunión.

21. Jehú mandó un mensaje por toda la tierra de Israel y vinieron todos los que adoraban a Baal. Ninguno se quedó en casa y entraron al templo de Baal que se llenó de un extremo al otro.

22. Jehú les dijo a los encargados del guardarropa: —Saquen trajes para todos los adoradores de Baal. Así que ellos llevaron trajes para los adoradores de Baal.

23. Entonces Jehú y Jonadab hijo de Recab fueron al templo de Baal. Jehú les dijo a los adoradores de Baal: —Observen bien y fíjense que no haya entre ustedes alguno que adore al SEÑOR, sino sólo los que adoran a Baal.

24. Los que adoraban a Baal entraron al templo de ese dios para ofrecer sacrificios y ofrendas que deben quemarse completamente. Afuera del templo, Jehú puso ochenta hombres y les dijo: —Que no escape ninguno. El que deje escapar a alguno, lo pagará con su propia vida.

25. Inmediatamente después de ofrecerse el sacrificio que debe quemarse completamente, Jehú les ordenó a los guardas y a los capitanes: —¡Vayan y maten a los adoradores de Baal! ¡Qué ninguno salga con vida del templo! Entonces los capitanes mataron a filo de espada a los adoradores de Baal y arrojaron los cuerpos de allí. Luego los guardas y capitanes entraron al santuario del templo de Baal,

26. sacaron las piedras sagradas que estaban dentro del templo y las quemaron.

27. Derribaron los pilares del templo de Baal y lo convirtieron en un basurero, así como lo es hasta el día de hoy.

28. De esta manera Jehú acabó con la práctica de adorar a Baal en Israel.

29. Pero no se apartó completamente de los pecados que Jeroboán hijo de Nabat hizo cometer a todo Israel, pues Jehú no destruyó los becerros de oro que estaban en Betel y en Dan.

30. El SEÑOR le dijo a Jehú: —Hiciste bien. Obedeciste lo que te ordené y destruiste a la familia de Acab, tal como yo quería que lo hicieras. Por eso tus descendientes reinarán en Israel por cuatro generaciones.

31. Pero Jehú no fue cuidadoso en cumplir con la ley del SEÑOR de todo corazón. Jehú no dejó de cometer el pecado de Jeroboán que llevó a pecar a Israel.

32. Por aquel tiempo, el SEÑOR comenzó a quitar partes del territorio de Israel y a dárselas a otras naciones. Jazael, rey de Siria, derrotó a los israelitas en todas las fronteras de Israel.

2 Reyes 10