2 Reyes 10:1-8 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

1. Acab tenía setenta hijos en Samaria. Jehú escribió unas cartas y las mandó a Samaria para los líderes y ancianos de la ciudad, a y para los tutores de los hijos de Acab, diciendo:

2. «Reconozco que ustedes están en una posición ventajosa, tienen a los hijos de su señor con ustedes, también los carros, los caballos, una ciudad fortificada y armas. Así que en cuanto les llegue esta carta,

3. elijan al mejor y más capaz de los hijos de su señor y luchen a favor de la dinastía de su señor».

4. Sin embargo, los líderes y los ancianos de Jezrel se atemorizaron y dijeron: «Si dos reyes no pudieron detener a Jehú, mucho menos nosotros».

5. Entonces el administrador del palacio de Acab, el gobernador de la ciudad, los ancianos líderes y los que tenían a cargo a los hijos del rey mandaron este mensaje a Jehú: «Somos sus siervos y haremos lo que usted diga. No vamos a declarar rey a nadie, así que haz lo que consideres mejor».

6. Entonces Jehú les escribió otra carta: «Si me apoyan y me obedecen, córtenles la cabeza a los hijos de Acab y tráiganmelas a Jezrel mañana a esta hora». Acab tenía setenta hijos, los cuales estaban a cargo de los líderes de la ciudad que los habían criado.

7. Cuando los líderes recibieron la carta, agarraron a los hijos del rey y los mataron a todos. Luego pusieron las cabezas en unos canastos y se las mandaron a Jehú que estaba en Jezrel.

8. Un mensajero llegó a donde estaba Jehú y le dijo: —Han traído las cabezas de los hijos del rey. Entonces Jehú dijo: —Pónganlas en dos montones en la puerta de la ciudad y déjenlas ahí hasta la mañana.

2 Reyes 10