2 Crónicas 35:14-24 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

14. Luego los levitas prepararon lo que les tocaba a ellos y a los sacerdotes. Es que los sacerdotes descendientes de Aarón estuvieron ocupados hasta la noche ofreciendo los sacrificios que deben quemarse completamente y la grasa. Así que los levitas tuvieron que preparar lo que les correspondía a ellos y a los sacerdotes, descendientes de Aarón.

15. Los cantores descendientes de Asaf estaban también en sus puestos, según lo ordenado por David, Hemán y Jedutún, vidente del rey. Los porteros estuvieron en sus respectivas puertas; ninguno de ellos tuvo que abandonar su puesto, porque sus compañeros los levitas les prepararon lo que les correspondía a ellos.

16. Así se organizó aquel día todo el servicio al SEÑOR para celebrar la Pascua y ofrecer en el altar del SEÑOR los sacrificios que deben quemarse completamente, conforme a la orden del rey Josías.

17. En esa ocasión, los israelitas que se encontraban en Jerusalén celebraron durante siete días la Pascua y la fiesta de los Panes sin levadura.

18. No se había celebrado la Pascua de tal manera desde los tiempos del profeta Samuel. Ningún rey de Israel jamás celebró la Pascua como lo hizo Josías con los sacerdotes y levitas y toda la gente de Judá e Israel que se encontraba allí con los habitantes de Jerusalén.

19. Esta Pascua se celebró en el año dieciocho del reinado de Josías.

20. Después de todo esto, cuando ya Josías había reparado el templo, Necao, rey de Egipto, salió para la batalla de Carquemis, cerca del Éufrates, pero Josías salió a su encuentro.

21. El rey de Egipto le mandó este mensaje: «¿Qué tengo que ver contigo, rey de Judá? Mi pelea no es contigo, sino que hoy voy contra el reino con el que estoy en guerra. Dios me dijo que me apurara, así que no te pongas contra Dios, que está de mi parte, para que no te destruya».

22. Sin embargo, Josías no hizo caso de la advertencia que Dios le dio por medio de Necao. Se disfrazó y fue al valle de Meguido para pelear contra Necao.

23. Los arqueros le dispararon al rey Josías y él les dijo a sus siervos: «Sáquenme de aquí, que estoy gravemente herido».

24. Sus siervos lo cambiaron a otro carro y lo llevaron a Jerusalén, donde murió. Lo sepultaron en el panteón de sus antepasados y todo Judá y Jerusalén lloraron su muerte.

2 Crónicas 35