4. Pero no destruyó a los hijos de los que asesinaron a su papá, siguiendo así la enseñanza del libro de la ley de Moisés. El SEÑOR dio el mandato en la ley de Moisés: «Los padres no deben ser ejecutados por algo que hicieron sus hijos, y los hijos no deben ser ejecutados por algo que hicieron sus padres. Cada uno debe ser ejecutado sólo por su propio pecado».
5. Amasías reunió a los de Judá y los reorganizó según sus familias con jefes de mil y de cien soldados. Luego hizo un censo de todos los hombres mayores de veinte años que dio como resultado que Judá y Benjamín tenían trescientos mil hombres aptos para la guerra, capaces de manejar lanza y escudo.
6. Amasías contrató también a cien mil soldados valientes de Israel por tres mil trescientos kilos de plata.
7. Pero un hombre de Dios fue y le dijo: —Su Majestad, no deje que el ejército de Israel vaya con usted porque el SEÑOR no está con Israel, ni con esa gente de Efraín.