2. porque sé que ustedes quieren ayudar. He estado hablando bien de ustedes por toda Macedonia y les he dicho que ustedes, los que viven en Acaya, han estado preparados para colaborar desde hace un año. Gracias a su buena voluntad de ayudar, casi todos aquí también quieren colaborar.
3. Les envío a los hermanos porque no quiero que todo lo bien que he hablado de ustedes sea en vano. Quiero que ustedes estén preparados como les dije a ellos que estarían.
4. Si algunos de Macedonia vienen conmigo y resulta que ustedes no están preparados, sería una vergüenza para nosotros por haber confiado tanto en ustedes, por no mencionar la vergüenza que sería para ustedes mismos.
5. Por eso me pareció necesario pedirles a los hermanos que fueran a verlos para que antes de que lleguemos se aseguraran de tener lista la ofrenda que prometieron. Eso hará que sea una ofrenda hecha voluntariamente y no por obligación.
6. Recuerden esto: el que siembra poco, cosecha poco, pero el que siembra mucho, cosecha mucho.
7. Cada uno debe dar lo que en su corazón ha decidido dar y no lo haga con tristeza ni por obligación. Dios ama a los que dan con alegría.
8. Dios tiene el poder de darles más bendiciones de las que necesitan para que siempre tengan lo suficiente para ustedes y también para que puedan ayudar generosamente a toda buena causa.
9. Así como está escrito: «El justo siembra sus bienes, da a los pobres. Nunca deja de hacer lo que es justo».