12. De este modo, nosotros nos enfrentamos a la muerte para que ustedes tengan vida espiritual.
13. Las Escrituras dicen: «Tuve fe y por eso hablé». Ya que tenemos el mismo Espíritu que da fe, nosotros también creemos y por eso hablamos.
14. Sabemos que Dios hizo resucitar a Jesús y estamos seguros de que también a nosotros nos hará resucitar. A ustedes y a mí nos llevará ante su presencia.
15. Todo esto sucede por el bien de ustedes y para que la bondad de Dios llegue cada vez a más gente. De este modo, habrá muchos más que den gracias a Dios y esto le dará gloria a él.
16. Por eso, no nos damos por vencidos. Es cierto que nuestro cuerpo se envejece y se debilita, pero dentro de nosotros nuestro espíritu se renueva y fortalece cada día.