1-2. Estimado Timoteo: Te saludo yo, Pablo, apóstol de Jesucristo por mandato de Dios nuestro Salvador y de Cristo Jesús nuestra esperanza. Mi verdadero hijo en la fe, que la paz, la misericordia y las bendiciones de nuestro Padre y de nuestro Señor Jesucristo estén contigo.
3. Cuando me iba a Macedonia, te pedí que te quedaras en Éfeso para que les ordenes a los que enseñan doctrinas extrañas que dejen de hacerlo.
4. Diles que dejen de perder el tiempo con leyendas e historias sin fin sobre sus antepasados. Eso sólo causa discusiones que no tienen nada que ver con la obra de Dios, que se realiza sólo por la fe.