1. Hermanos, no necesitamos escribirles nada sobre días y fechas.
2. Ustedes saben muy bien que el día en que el Señor regrese será una sorpresa, vendrá como cuando un ladrón llega en la noche.
3. Cuando la gente diga: «Estamos en paz y a salvo», la destrucción vendrá de repente así como le vienen de repente los dolores a una mujer a punto de dar a luz, nadie podrá escapar.
4. Pero ustedes, hermanos, no están viviendo en la oscuridad como para que ese día los tome por sorpresa como un ladrón.
5. Todos ustedes pertenecen a la luz y al día; no pertenecemos a la noche ni a la oscuridad.