1 Samuel 25:20-39 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

20. Montada en un asno, Abigail bajaba por la ladera del monte cuando se encontró con David y sus hombres que avanzaban en dirección contraria.

21. David venía diciendo: «De nada me sirvió proteger las posesiones de Nabal en el desierto. Me aseguré que no se perdiera ninguna de sus ovejas. Sin embargo, me ha pagado bien con mal.

22. Que el SEÑOR me castigue si dejo vivo un día más a uno solo de los hombres de la familia de Nabal».

23. En ese preciso momento, llegó Abigail. Al ver a David, se desmontó de su asno y se postró rostro en tierra, inclinándose ante él.

24. Se arrojó a sus pies, y le dijo: —Señor mío, permítame hablarle, le pido que me escuche. Yo tengo la culpa de lo que pasó.

25. Yo no vi a los hombres que usted mandó. No ponga atención al insensato de Nabal, que bien le hace honor a su nombre, que significa insensato. En realidad es un hombre insensato.

26. El SEÑOR ha evitado que usted mate gente inocente. Tan cierto como que el SEÑOR y usted viven, que a sus enemigos y a todos los que quieran hacerle daño les pase lo mismo que a Nabal.

27. Su servidora le ha traído este regalo para que les dé a sus hombres.

28. Le ruego que perdone mis faltas. Ciertamente el SEÑOR fortalecerá a su familia porque usted pelea las batallas a favor del SEÑOR. Nunca en su vida será usted hallado en falta.

29. Si alguien lo persigue para matarlo, protegerá su vida como algo precioso para él. Pero a sus enemigos los tirará lejos como piedra de honda.

30. Cuando el SEÑOR cumpla lo que le prometió, lo hará a usted líder de Israel.

31. Cuando eso suceda, ¿querrá usted tener el recuerdo de una masacre? ¿querrá tener fama de alguien que no espera a que Dios le resuelva los problemas? Le ruego que se acuerde de mí cuando el SEÑOR le haga líder de Israel.

32. David le respondió a Abigail: —Alabado sea el SEÑOR, Dios de Israel, por haberte enviado a mi encuentro.

33. Que Dios te bendiga por tu buen juicio. Has evitado que mate gente inocente el día de hoy.

34. Tan cierto como que el SEÑOR Dios de Israel vive, si no te hubieras dado prisa en venir a mi encuentro, ni un solo hombre de la familia de Nabal hubiera visto el día de mañana.

35. Entonces David aceptó los regalos de Abigail, y le dijo: —Vuelve en paz a tu casa. He escuchado tu petición y te la concederé.

36. Cuando Abigail regresó a casa, Nabal se estaba dando un banquete como rey. Estaba borracho y muy alegre. Abigail no le dijo nada de lo que había hecho hasta el día siguiente.

37. En la mañana, Nabal estaba sobrio, así que su esposa le dijo lo sucedido. A Nabal le dio un ataque y quedó paralizado.

38. Alrededor de diez días después, el SEÑOR hizo que Nabal muriera.

39. Cuando David se enteró de que Nabal había muerto, dijo: «¡Alabado sea el SEÑOR! Nabal me trató mal, pero él me ha hecho justicia. El SEÑOR me impidió hacer el mal y ha hecho morir a Nabal por el mal que hizo». Entonces David le envió un mensaje a Abigail pidiéndole que se casara con él.

1 Samuel 25