13. El profeta viejo pidió que ensillaran su burro. Así lo hicieron y se fue.
14. El profeta viejo estaba buscando al hombre de Dios y lo encontró sentado debajo de un roble. Le preguntó: —¿Eres tú el hombre de Dios que vino de Judá? El hombre de Dios contestó: —Sí, soy yo.
15. Entonces el profeta viejo le dijo: —Por favor, ven a casa y come conmigo.
16. Pero el hombre de Dios contestó: —No puedo ir a casa contigo, no puedo comer ni beber en este lugar.