1 Reyes 1:9-18 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

9. Entonces Adonías celebró junto a la peña de Zojélet, cerca de la fuente de Enroguel, un sacrificio de ovejas, ganado y terneras cebadas, e invitó a todos sus hermanos, los hijos del rey y a todos los hombres de Judá que servían al rey.

10. Pero Adonías no invitó al profeta Natán, ni a Benaías, ni a los militares, ni tampoco a su hermano Salomón.

11. Entonces Natán habló con Betsabé, la mamá de Salomón, y le preguntó: —¿No te has enterado de que Adonías hijo de Jaguit se hizo rey y que nuestro señor David no sabe nada?

12. Ahora bien, permíteme darte un consejo para que salves tu vida y la vida de tu hijo Salomón.

13. Ve y entra a donde está el rey David y habla con él. Dile: “Su Majestad, ¿no había jurado usted a esta sierva suya que mi hijo Salomón iba a ser rey después de usted y que él iba a sentarse en su trono? Entonces, ¿por qué es rey Adonías?”

14. Mientras estés hablando con él, yo entraré detrás de ti y confirmaré lo que dices.

15. Entonces Betsabé fue a ver al rey en su cámara. El rey estaba muy viejo y Abisag la sunamita lo estaba atendiendo.

16. Betsabé se inclinó ante el rey y él le preguntó: —¿Qué te pasa?

17. Entonces Betsabé le dijo: —Majestad, ante el SEÑOR su Dios usted me prometió a mí, su sierva, que mi hijo Salomón iba a ser el próximo rey y que él iba a gobernar después de usted.

18. Sin embargo, Adonías se ha hecho rey y Su Majestad no lo sabe.

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