17. Ustedes oran a Dios y lo llaman «Padre», y él juzga a todos por igual según lo que hacen. Por eso deben mostrarle respeto en todo lo que hagan durante el tiempo que estén en este mundo.
18. Dios los rescató a ustedes de la vida sin sentido que llevaban antes; así vivían sus antepasados, y ellos les enseñaron a ustedes a vivir de la misma manera. Pero ustedes saben muy bien que el precio de su libertad no fue pagado con algo pasajero como el oro o la plata,
19. sino con la sangre preciosa de Cristo, quien es como un cordero perfecto y sin mancha.
20. Cristo fue destinado antes de que el mundo fuera creado, pero se dio a conocer en los últimos tiempos para beneficio de ustedes.