1 Corintios 9:7-18 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

7. ¿Qué soldado paga su propio salario? ¿Quién cultiva un viñedo y no come de sus uvas? ¿Qué pastor cuida del rebaño y no toma de su leche?

8. Pero esto no es sólo un punto de vista humano. La ley de Dios también dice lo mismo.

9. Así está escrito en la ley de Moisés: «No le pongas bozal al buey cuando trilla». Al decir esto, ¿estaba Dios preocupado sólo por los bueyes?

10. Más bien se refería a nosotros. La Escritura es para nuestro bienestar. Pues tanto el que ara la tierra como el que trilla deben hacerlo con la esperanza de recibir una parte de la cosecha.

11. Así que como nosotros hemos plantado semillas espirituales en ustedes, ¿es mucho pedir que cosechemos cosas materiales?

12. Si otros reciben sustento de ustedes, más derecho tenemos nosotros. Pero no hemos hecho uso de ese derecho, al contrario, hemos soportado todo para no poner obstáculos a la comunicación de las buenas noticias acerca de Cristo.

13. Como ustedes ya saben, los que trabajan en el templo reciben su comida del templo y los que atienden el altar también reciben parte de las ofrendas.

14. De la misma manera, Dios ha ordenado que los que anuncian la buena noticia de salvación vivan de ese trabajo.

15. Pero yo no he usado esos derechos. Tampoco les escribo para que me den algo. ¡Prefiero morir que perder el motivo de mi orgullo!

16. Porque enseñar la buena noticia de salvación no es motivo para que me llene de orgullo. Es sólo mi obligación. Y pobre de mí si no lo hago.

17. Y si hago este trabajo por mi propia voluntad, entonces merezco una recompensa. Pero no lo he elegido yo, sino que es una obligación que se me ha dado.

18. ¿Y cuál es mi recompensa? Que puedo anunciar la buena noticia de salvación libremente y sin pedir nada a cambio. Es decir, que no hago uso del derecho que tengo de recibir un pago por mi trabajo de anunciar la buena noticia de salvación.

1 Corintios 9