1. ¿Por qué cuando uno de ustedes tiene un pleito con alguien se atreve a ir al tribunal de los que no son aprobados por Dios? ¿Por qué no pide al pueblo santo de Dios que decida entre ustedes?
2. ¿Acaso no saben que el pueblo de Dios va a juzgar al mundo? Así que, si ustedes tienen el poder de juzgar al mundo, ¿por qué no van a ser capaces de manejar asuntos más pequeños?