20. Y además: «El Señor sabe que los pensamientos de los sabios no valen nada».
21. Por eso nadie debe alabarse por seguir a un ser humano, pues todo es de ustedes:
22. Pablo, Apolos, Pedro, el mundo, la vida, la muerte, lo presente o lo futuro. Todo les pertenece a ustedes,
23. ustedes pertenecen a Cristo, y él pertenece a Dios.