17. Existe un solo pan y nosotros somos muchos. Eso significa que cuando todos comemos y compartimos ese pan, formamos un solo cuerpo.
18. Fíjense en lo que ocurre cuando el pueblo de Israel ofrece sacrificios. Cuando comen la carne sacrificada en el altar, ¿acaso no la están compartiendo con Dios?
19. No estoy diciendo que los sacrificios a los ídolos tienen algún valor ni que los ídolos mismos lo tengan.
20. No, porque esos sacrificios se ofrecen a los demonios, no a Dios, y no quiero que ustedes compartan con los demonios.
21. Ustedes no pueden beber de la copa del Señor y, a la vez, de la copa de los demonios. No pueden compartir de la mesa del Señor y, a la vez, de la mesa de los demonios.
22. ¿Acaso queremos provocar los celos del Señor? No somos más fuertes que él, ¿verdad?
23. Se dice: «Todo está permitido», pero no todo es bueno. «Todo está permitido», pero no todo es beneficioso.
24. Que nadie busque su provecho personal, sino el beneficio de los demás.
25. Coman cualquier carne que se venda en la carnicería, sin preguntar si se debe comer o no.
26. Pues «la tierra, y todo lo que hay en ella, pertenece al Señor».
27. Si alguien que no cree en Cristo los invita a comer y ustedes deciden ir, coman de todo lo que les den, sin preguntar si se debe comer o no.